Era el
año 1978, tenía una empresa dedicada a la instalación de energías
convencionales, había oído hablar de fotovoltaica relacionado con la Nasa, problemas
de columna me obligaron a hacer reposo y algún amigo me llevo una revista
técnica que hablaba de esa tecnología. En la misma mencionaban la posibilidad
de contactar con la embajada de EE.UU. para conocer los productos tras una
posible convención. Dicha convención se
realizó en el hotel Eurobuilding algunos
años después y allí nos conocimos algunos de los pioneros en fotovoltaica de
España.
Entre
el 1978 y 1980, conseguí a través de un amigo, ver las primeras células que
llegaron de EE.UU. en una maleta. También contacté en un piso de Madrid con el
señor Ortigosa que decía ser ingeniero de la Nasa, y se proponía empezar a
comercializar placas fotovoltaicas en España. Fue la primera opción que tuve de
ver, probar y comprar la primera placa fotovoltaica, tenia 36 células, daba 26W
y me costó 97.000 pts. (583€)En esa etapa ya tenía las primeras placas de agua caliente instaladas en mi segunda vivienda en Albelda ( La Rioja) y allí se mostró en público y se hicieron algunas demostraciones con células fotovoltaicas.
En el
año 1980 ya se comercializaban de forma
oficial en España y nacieron las primeras empresas dedicadas a esta actividad
entre las que se encontró A.R.E.SOL (Aplicaciones
Riojanas Energía Solar) empresa que fue de mi propiedad hasta el año 2000.
Los
primeros años fueron muy difíciles, la
opinión pública no conocía el producto, intentábamos abrir camino y realizar
instalaciones autónomas en lugares aislados lejos de cualquier línea o método
eléctrico, las personas en aquel medio rural,
por naturaleza desconfiadas lo hacían muy difícil, convenciones y buenos
contactos, en prensa, radio, TV local, al menos me ayudaron bastante. Al final
cuando alguien se decidía, más que el
producto que le ofrecías del que no tenían
idea, ni referencias del mismo, compraban la confianza y la seguridad
que les ofrecía el vendedor.
En 1983 y 84, dadas las necesidades y situación de abandono en materia eléctrica del medio rural riojano, vasco y navarro, propuse y fue aceptada por sus respectivos gobiernos autónomos, la electrificación de 26 aldeas o pueblos, bordas, refugios de montaña, explotaciones ganaderas, etc., con unas condiciones económicas muy ventajosas para los usuarios, cuyo alumbrado eléctrico hasta entonces era el candil de aceite, carburo, butano, etc.
Esta fue la clave para comenzar esta bonita actividad, pronto tuvimos unas 50 instalaciones por la zona, que servían de referencia y ejemplo, así como una estupenda carta de presentación para personas interesadas, también como garantía de un trabajo serio y responsable, los fallos que eran muchos, casi siempre venían por la baja calidad en la fabricación de convertidores, reguladores, luminarias, baterías, etc., eran frecuentes y los resolvíamos haciendo desplazamientos a veces largos y costosos quitando horas de sueño o de descanso en días festivos, etc. la finalidad que el cliente no sufriera y sopesara esa circunstancia a la que nos enfrentábamos aquellos primeros instaladores .
Pronto este esfuerzo se vio compensado con la confianza y cariño mutuo entre clientes y nosotros. En aquellos comienzos eramos en España 4 o 5 las empresas dedicadas en exclusiva a esta actividad y esto hizo que estuviésemos muy unidos, compartíamos criterios comerciales, experiencias en montajes, calidad o fallos en los distintos materiales que empleábamos y nos comunicábamos cualquier noticia o circunstancia concerniente al sector.
Algunos
participamos muy activamente con el Ministerio de Industria en la elaboración
de normas y reglamentos que posteriormente se fueron poniendo en marcha, se
creó una comisión mixta, compañías eléctricas fotovoltaicas y eólicas, para comenzar a
tratar los criterios técnicos en posibles instalaciones donde fuese necesario la instalación
fotovoltaica o eólica complementada por una línea eléctrica.
En
1986, ARESOL fue galardonada por la UE con el premio a la mejor calidad
comercial y ese mismo año fui contratado por
BP. Solar para promocionar la energía fotovoltaica a nivel nacional. En
esos años colaboré y ayudé a ONGS y
congregaciones religiosas por todo el mundo y las vacaciones las dediqué a realizar proyectos con energía fotovoltaica
en el Altiplano de Perú y Bolivia (Sudamérica), o Benín, Nigeria, Burkina Faso (
África). Si el trabajo en aldeas con
personas sencillas fue enriquecedor, las instalaciones en estos lugares
eran mucho más. Al tiempo que les
resolvías problemas importantes para ellos, en el plano personal me ayudó a conocer y ver de cerca situaciones sociales
y humanas que solo puedes valorar cuando te integras y participas en ellas.
Desde la primera instalación fotovoltaica en
1980 a esta realizada en el 2000, habían
transcurrido 20 años con más de 1.300 instalaciones realizadas, aunque el principio
fue difícil,las anécdotas y las experiencias vividas en la realización de las
mismas hacen que profesionalmente me sienta a gusto y feliz por el trabajo realizado. Atrás quedaron los desplazamientos llevando
el material con mulos, yeguas, y sobre nuestras espaldas al carecer muchos emplazamientos de pistas,
caminos, o trochas para llegar con tractores o vehículos todoterreno, las fuertes
nevadas, ventisqueros, en algunas ocasiones más altos que los vehículos, o aguaceros que
hacían intransitable la tierra o barrancos que teníamos que pasar era otra
constante .
Animo a todos los profesionales del sector fotovoltaico a superar el difícil momento que les está tocando vivir,. Como podéis ver nunca fue fácil y para llegar a realizar las grandes proyectos e instalaciones que hacéis ahora, primero unos pocos tuvimos que poner la semilla y plantarla, pensando que el futuro de la humanidad depende en gran medida de la energía solar y a vuestro lado tendréis personas que como yo, moriremos luchando porque creemos en lo que hacemos y lo hacemos con ilusión.
Pedro
García Moliner
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