domingo, 13 de noviembre de 2011

ASI FUERON MIS COMIENZOS EN FOTOVOLTAICA


Era el año 1978, tenía una empresa dedicada a la instalación de energías convencionales, había oído hablar de fotovoltaica relacionado con la Nasa, problemas de columna me obligaron a hacer reposo y algún amigo me llevo una revista técnica que hablaba de esa tecnología.   En la misma mencionaban la posibilidad de contactar con la embajada de EE.UU.  para conocer los productos tras una posible convención.  Dicha convención  se realizó en el hotel Eurobuilding  algunos años después y allí nos conocimos algunos de los pioneros en fotovoltaica de España.
Entre el 1978 y 1980, conseguí a través de un amigo, ver las primeras células que llegaron de EE.UU. en una maleta. También contacté en un piso de Madrid con el señor Ortigosa que decía ser ingeniero de la Nasa, y se proponía empezar a comercializar placas fotovoltaicas en España. Fue la primera opción que tuve de ver, probar y comprar la primera placa fotovoltaica, tenia 36 células, daba 26W y me costó 97.000 pts. (583€)

En esa etapa ya tenía las primeras placas de agua caliente instaladas en mi segunda vivienda en Albelda ( La Rioja)  y allí se mostró en público y se hicieron algunas demostraciones con células fotovoltaicas.
En el año  1980 ya se comercializaban de forma oficial en España y nacieron las primeras empresas dedicadas a esta actividad entre las que se encontró  A.R.E.SOL (Aplicaciones Riojanas Energía Solar) empresa que fue de mi propiedad hasta el año 2000.

Los primeros años fueron muy difíciles,  la opinión pública no conocía el producto, intentábamos abrir camino y realizar instalaciones autónomas en lugares aislados lejos de cualquier línea o método eléctrico, las personas  en aquel medio rural, por naturaleza desconfiadas lo hacían muy difícil, convenciones y buenos contactos, en prensa, radio, TV local, al menos me ayudaron bastante. Al final cuando alguien se decidía,  más que el producto que le ofrecías del que no tenían  idea, ni referencias del mismo, compraban la confianza y la seguridad que les ofrecía el vendedor.
En 1983 y 84, dadas las necesidades y situación de abandono en materia eléctrica del medio rural riojano, vasco y navarro, propuse y fue aceptada por sus respectivos gobiernos autónomos, la electrificación de 26 aldeas o pueblos, bordas, refugios de montaña, explotaciones ganaderas, etc., con unas condiciones económicas muy ventajosas para los usuarios, cuyo alumbrado eléctrico hasta entonces era  el candil de aceite, carburo, butano, etc.
Esta fue la clave para comenzar esta bonita actividad, pronto tuvimos unas 50 instalaciones por la zona, que servían de referencia y ejemplo, así como una estupenda carta de presentación para personas interesadas, también como garantía de un trabajo serio y responsable, los fallos que eran muchos, casi siempre venían por la baja calidad en la fabricación de convertidores, reguladores, luminarias, baterías, etc., eran frecuentes y los resolvíamos haciendo desplazamientos a veces largos y costosos quitando  horas de sueño o de descanso en días festivos, etc. la finalidad que el cliente no sufriera y sopesara esa circunstancia a la que nos enfrentábamos aquellos primeros instaladores .
                                                                                 Pronto este esfuerzo se vio compensado con la confianza y cariño mutuo entre  clientes y nosotros. En aquellos comienzos  eramos en España 4 o 5 las empresas dedicadas en exclusiva a esta actividad y esto hizo que estuviésemos muy unidos, compartíamos criterios comerciales, experiencias en montajes, calidad o fallos en los distintos materiales que empleábamos y nos comunicábamos cualquier noticia o circunstancia concerniente al sector.
Algunos participamos muy activamente con el Ministerio de Industria en la elaboración de normas y reglamentos que posteriormente se fueron poniendo en marcha, se creó una comisión mixta, compañías eléctricas  fotovoltaicas y eólicas, para comenzar a tratar los criterios técnicos en posibles instalaciones  donde fuese necesario la instalación fotovoltaica o eólica complementada por una línea eléctrica.
En 1986, ARESOL fue galardonada por la UE con el premio a la mejor calidad comercial y ese mismo año fui contratado por  BP. Solar para promocionar la energía fotovoltaica a nivel nacional. En esos años  colaboré y ayudé  a ONGS y congregaciones religiosas por todo el mundo y las vacaciones las dediqué  a realizar proyectos con energía fotovoltaica en el Altiplano de Perú y Bolivia (Sudamérica), o Benín, Nigeria, Burkina Faso ( África).  Si el trabajo en aldeas con personas  sencillas  fue enriquecedor, las instalaciones en estos lugares eran mucho más.  Al tiempo que les resolvías problemas importantes para ellos, en el plano personal me ayudó  a conocer y ver de cerca situaciones sociales y humanas que solo puedes valorar cuando te integras y participas en ellas.

Desde la primera instalación fotovoltaica en 1980  a esta realizada en el 2000,  habían transcurrido 20 años con más de 1.300 instalaciones realizadas, aunque el principio fue difícil,las anécdotas y las experiencias vividas en la realización de las mismas hacen que profesionalmente me sienta a gusto  y feliz por el trabajo realizado.  Atrás quedaron los desplazamientos llevando el material con mulos, yeguas, y sobre nuestras  espaldas  al carecer muchos emplazamientos de pistas, caminos, o trochas para llegar con tractores o vehículos todoterreno, las fuertes nevadas, ventisqueros, en algunas ocasiones  más altos que los vehículos, o aguaceros que hacían intransitable la tierra o barrancos que teníamos que pasar era otra constante .
                                                                                                                                                                                       Animo a todos los profesionales del sector fotovoltaico a superar el difícil momento que les está tocando vivir,. Como podéis ver nunca fue fácil y para llegar a realizar las grandes proyectos e instalaciones que hacéis ahora, primero unos pocos tuvimos que poner  la semilla y plantarla, pensando que el futuro de la humanidad depende en gran medida de la energía solar y a vuestro lado tendréis personas que como yo, moriremos luchando porque creemos en lo que hacemos y lo hacemos con ilusión. 
      
                                                                                        
                                                                                                                                                   
Pedro García Moliner

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