El sector de la eólica en España, se rasga las vestiduras por la rebaja en las ayudas anunciadas por el Gobierno y que pagamos todos.
Muchos promotores y grupos de inversion, vieron en la fuerza del viento un buen aliado para rentabilizar sus dineros, su prestigio, y de la mano en muchos casos, de la clase política de turno, cajas de ahorros regionales, etc. y alguna que otra empresa energética para gestionar la corriente generada, montaron sociedades por doquier que llenaron España de eólicos, pagaban cifras excesivas por alquiler del terreno, a los ayuntamientos les hacían parques, encementaban las calles, y si hacia falta arreglaban también el tejado de la iglesia, así todos contentos, ganaban dinero en abundancia que por lo que parece es lo único que les preocupaba, dada la rabieta que están cogiendo con el recorte anunciado.
Las cosas van mal para todos, los precios de infraestructuras eólicas han descendido muchísimo en los últimos años. Hemos ganado en tecnología, por lo que con menos hacemos más. Otra cosa a tener en cuenta, es que desde hace algunos años, en muchos momentos de fuerte viento, nuestro sistema eléctrico ya no puede absorber toda la energía que produce la eólica, por lo que deben parar eólicos, razón más que suficiente para potenciar esta energía al tiempo que sepamos gestionar la misma de forma eficiente, debemos dar solución a este problema, acumulando, trasformando en hidrógeno, cargando baterías de vehículos, etc, pero nunca pararlos, hablamos de un recurso renovable, rentable, y abundante, y debemos buscar la rentabilidad económica pero que esta sea socialmente aceptable.
Por otro lado, veo bien que los recortes se apliquen en las horas de funcionamiento, o limite de potencia generada, dependiendo y teniendo en cuenta los emplazamientos.
Soy consciente que hablar claro en el sector y en estos términos, a algunos no les guste, pero es lo que pensamos casi todos y pocos nos atrevemos a decir. Las reformas en este momento se deben aplicar a todo el tejido industrial, las subvenciones se deben revisar y ajustar al costo actual de la inversión, beneficio que aporta, y eficiencia de las mismas. Las energías renovables con el déficit eléctrico que venimos arrastrando no pueden ser una excepción. Debemos apoyar y potenciar el uso de las renovables pero con rigor y responsabilidad.
Pedro García Moliner
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